La idea original tiene dos autores, la Municipalidad de Antofagasta y el colectivo ciudadano Antofacleta, quienes están a cargo de administrar este importante recurso.

Todo partió con una charla sobre Cambio Climático dictada por el ingeniero civil Hernán Silva, gerente de Urbanismo y Territorio (UyT), en la que estuvo presente la alcaldesa Karen Rojo, quien propuso en ese contexto donar 30 bicicletas como un aporte al cambio modal de la ciudad, En conversaciones posteriores con Antofacleta y Antofagasta Verde (IMA), la cifra sumó un 0, convirtiéndose la donación en 300 bicicletas para nuevos usuarios, todos estudiantes universitarios sin capacidad de compra.

La presidenta de Antofacleta, Clared Huamán, entregando la donación.

De acuerdo a lo que señala Karl Alvarez, uno de los líderes de Antofacleta, la iniciativa pretende ganar a estos futuros profesionales para que se comprometan con la movilidad limpia y se conviertan al uso de la bicicleta en su modo vehicular, para ir al estudio y luego al trabajo.

“La idea es entregar las bicicletas en comodato, con el fin de asegurarnos que las bicicletas no se pierdan o queden guartdadas en los patios de las casas, algo que queremos controlar por medio de las mantenciones que cada beneficiario deberá hacer frecuentemente, por obligación, ante el proveedor. Vamos a recuperar aquellas que no se usen como corresponde y las vamos a entregar a nuevos postulantes”. señaló el dirigente.

Detalles

Son bicicletas de bajo costo, pero de buena calidad, y en  muchos casos, será la primera bicicleta de sus beneficiarons, quienes más adelante podrán optar por una a su gusto.

Las universidades fueron seleccionadas de acuerdo al cumplimiento de un requisito fundamenteal, tenian que tener biciestacionamientos en sus instalaciones.

La postulacion de los estudiantes se hizo por medio de un formulario que tuvieron que llenar y una carta indicando por qué necesitaban la bicicicleta. Se privilegió por quienes tuvieran algún tipo de beneficio o becas y por su situacion socioeconómica.

En este contexto y para facilitar la entrega de información relevante sobre bicicleta y ciudad, se realizó un Seminario con Seremi de Transportes, Seremi de Medio Ambiente, Creo Antofagasta y Antofacleta, en calidad de oradores, donde se habló de vialidad, medio ambiente y educación vial para ciclistas, siendo obligatoria la asistencia para todos los y las postulantes.

El resultado es del todo positivo y se puede considerar gestión de alto estandar.

Uno de los directores de las universidades beneficiadas mencionó que la utilidad “no es solo para el estudiante, si no que éste pasa a ser ejemplo de sus hermanos pequeños. Si el hermano mayor puede moverse a la universidad en bici, ‘¿por qué yo no podré hacer lo mismo’, piensa el niño, y en este caso ya no son 300 las personas que cambian, sino 300 núcleos familiares que comienzan a ver de manera distinta la movilidad”.

Los planes inmediatos son administrar bien este recurso y converrtir esta cifra en 1.000 bicicletas donadas en 2017.

Felicitaciones!!