Ante las precarias condiciones que enfrentan las personas que deciden moverse en bicicleta, y que disuade a muchos de hacerlo el no tener claro si tendrán o no estacionamiento seguro en su lugar de destino, fue promulgado el 4 de junio de 2015 un Decreto Supremo del Minvu, que tras un trabajo conjunto de varios años de grupos ciudadanos pro-bicicleta con profesionales de ese Ministerio, estableció que todo edificio con estacionamientos para autos debe contar con biciestacionamientos. Toda una victoria para los biciactivistas y un paso muy importante hacia la democratización del sistema de transportes.
A algo más de 6 meses de la promulgación de este decreto, un estudio desarrollado por la Asociación de Consumidores ADC junto al Centro Bicicultura viene a presentar un primer informe sobre el nivel de cumplimiento de la nueva normativa.
¿Cuentan los edificios con biciestacionamientos? Los ciudadanos, ¿usarían más la bicicleta al disponer de esta infraestructura? ¿Cumplen los edificios de gobierno con las normas dictadas por el MINVU al respecto? ¿Qué piensan automovilistas y ciclistas del tema? Preguntas de planificación urbana sin respuesta hasta hoy (10 de febrero), cuando se publica un avance de la primera Consulta de Biciestacionamientos en Edificios Públicos y Privados 2015, desarrollada por la Asociación de Consumidores ADC junto al Centro Bicicultura, con financiamento del Fondo Concursable de SERNAC.
Resultados que sorprenden
Un 93,5% de los encuestados declara que se incrementaría el uso de la bicicleta de contar con más biciestacionamientos en su comuna. Al mismo tiempo, más del 97% de los usuarios de automóvil encuestados indica que existe necesidad de biciestacionamientos en el edifico donde vive, trabaja o estudia, lo que representaría una enorme demanda insatisfecha.
¿Realmente faltan estacionamientos para bicicleta? Es posible afirmar que sí, pues sólo el 27% de las personas consultadas sostiene que los edificios que frecuenta, sean estos habitacionales, de oficina, comerciales, educacionales, de gobierno o de servicios públicos, cuentan con esta infraestructura. Ahora, si nos concentramos sólo en los lugares que cumplen a el estándar dispuesto por la norma, (exigencias de distancia mínima entre bicicletas, facilidades para acceder a ellos y amarrar estos vehículos) menos del 5% se encuentra en regla.
“Con este informe se conocerán datos relevantes para desarrollar una planificación urbana sustentable y eficiente; datos que pueden ser detallados y ampliados por el equipo de trabajo de la Asociación de Consumidores ADC y Centro Bicicultura”, señala Henry Herrera, director del Estudio.
El Centro Bicicultura cumple en octubre 10 años impulsando desde la ciudadanía y con total autonomía cambios culturales y normativos para facilitar y promover en Chile formas de movilidad y de vida más activas, sostenibles y solidarias. El trabajo sistemático y planificado de estas organizaciones con profesionales del MINVU y del MTT ha permitido a la comunidad ciclista adquirir conciencia del derecho a estacionar sus vehículos y al Estado responder a esta creciente demanda, bajo la forma de 2 decretos que han establecido la obligatoriedad de habilitar espacios e infraestructura para estacionar bicicletas, primero el 2008 y luego el 2015.
“Afortunadamente no estamos solos, somos parte viva de un movimiento conformado por numerosos grupos y personas, que vemos en la masificación de la bicicleta una oportunidad inigualable para cambiar las formas agresivas y violentas en que nos relacionamos entre nosotros mismos y con la naturaleza. Grupos y personas de todo el país, de América Latina y de probablemente todos los países, que buscamos una transformación tan profunda y radical como pacífica y gradual de nuestra forma de vivir, y que vemos como instrumento, como vehículo de este cambio, a la bicicleta y la energía humana”, cuenta Amarilis Horta, directora de Bicicultura.
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